Responsables del departamento de Educación y Formación Profesional de la Generalitat y del Consorcio de Educación de Barcelona ofrecieron el 5 de diciembre una sesión informativa online para presentar una visión general sobre la nueva Formación Profesional (FP) Dual y las oportunidades de ción que puede ofrecer a los centros especiales de empleo asociados que quieran incorporar alumnos en prácticas.
El encuentro se organizó en el marco del convenio de colaboración firmado entre la Federación de CET y el consorcio en verano y quería ayudar a despejar unas primeras dudas sobre el tema.
Tras el saludo del presidente de la federación, Josep Maria Solanellas, quien afirmó que es “un tema lo suficientemente importante” y en el que ahora “la empresa tiene cosas que decir”, la sesión comenzó con una presentación de la nueva normativa a cargo de Mercedes Moreno, responsable de prospección FP DUAL del Consorcio de Educación de Barcelona, que expuso la organización de las nuevas “familias” profesionales y el funcionamiento del equipo de prospección que, a partir de las necesidades que pueda formular una empresa, busca a aquel alumno del centro de formación más cercano que pueda ajustarse a estas necesidades.
Dos modalidades
En este sentido, se destacó el mayor relieve que la nueva FP Dual da a las prácticas (aunque ya existían), una formación que adopta dos modalidades principales:
– la general: no remunerada (remuneración no obligatoria pero se pueden acordar compensaciones por gastos) y con 515 horas de estancia en la empresa
– la intensiva: remunerada y con entre 800 y 1.200 horas de estancia en la empresa, lo que representa la recuperación de la figura del aprendiz
Este nuevo sistema significa un paso adelante tanto para el alumno como para la empresa y el centro educativo. Con la FP Dual intensiva se establece una colaboración entre la empresa y el centro educativo y el alumno combina la formación en el centro formativo con la actividad laboral-formativa, con un seguimiento y evaluación continuada y un reconocimiento académico y laboral. Y es una buena ocasión para que la empresa valore el talento del alumno y lo incorpore a la organización. El seguimiento y evaluación se realiza mediante una aplicación informática al alcance tanto del alumno, que valora periódicamente sus aprendizajes, como de los tutores del centro y de la empresa, tal y como explicó Carme Caparrós, que insistió en que es una aplicación muy sencilla de utilizar y muy bien valorada, hasta el punto de que está sirviendo de referencia a otras comunidades autónomas y otros países se han interesado.
Por su parte, José Manuel Macías habló de los certificados de profesionalidad, es decir, esa formación de corta duración que se imparte para mejorar la cualificación profesional de los trabajadores y reforzar su capacidad de inserción laboral. Es una formación que se clasifica en tres niveles en función del número de horas de formación, y que incluye un determinado número de horas de prácticas. Por otra parte, Macías señaló que se han iniciado contactos con el Instituto Municipal de Personas con Discapacidad (IMPD) con el fin de emprender acciones dirigidas a alumnos, sus familiares y docentes de institutos a fin de explicarlos las ventajas de contar con la certificación de discapacidad, ya que se están dando cuenta de que todavía hay bastantes reticencias a solicitarla.
Las estancias formativas de docentes en las empresas, para ponerse al día y poder ofrecer posteriormente una formación actualizada, y algunos problemas para la obtención de certificados de competencias, fueron otros temas de la reunión, a la que asistieron una veintena de representantes de centros especiales de trabajo.
En el turno de ruegos y preguntas, Josep Maria Solanellas explicó que cada vez son más habituales los CET que expresan sus dificultades para encontrar personal cualificado con discapacidad para muchos puestos de trabajo que quedan vacantes. Al respecto, Montse Garcia, del departamento de Educación y Formación Profesional, dijo que es necesario saber cuáles son estos perfiles profesionales que tienen las empresas asociadas para poner en marcha «la infraestructura» del departamento y diseñar una «hoja de ruta». En este sentido, Mercedes Moreno, añadió, en la misma línea, que quizás haya que hacer desde la federación un estudio de las necesidades de los CET asociados.
Al finalizar, el director de la federación agradeció la buena predisposición del Consorcio a atender todas las dudas, inquietudes y necesidades de la federación y de los CET en cuanto a trabajadores formados y cualificados: “nuestro sector necesita talento y la sociedad nos necesita a nosotros”, dijo, emplazando a “hacer los deberes” de cara a un próximo encuentro mucho más específico.